domingo, 8 de julio de 2012

9 de julio

                                                                                               Por la Prof. Elda Bronzini

Tucumán despierta alborozada, más bella que nunca, luce su naturaleza. Es que la fe, el coraje, el encendido fervor de los patriotas, venidos desde distintos rincones de la Patria, parecen contagiarla. Llegan para afirmar con más vigor y elocuencia la Independencia. Estos hombres ilustres iluminan el recinto de la antigua casona con sus alegatos claros y vibrantes. Iniciar el tránsito de la Independencia exigía una Declaración y eso sucedió el 9 de julio de 1816.
De entonces venimos hermanos, somos continuadores de esa idea de hacernos independientes. ¿Qué otra cosa es un país que la idea de un grupo de personas que deciden vivir y morir juntas, pisando el mismo suelo, mirando el mismo horizonte?
El paso del tiempo ha dejado su huella, la huella se llama historia y la historia como las huellas marca caminos. Conviene volver a repasarla para entender por qué estamos aquí y ahora. Conviene volver hacia atrás para rescatar el espíritu de los hombres que en julio de 1816 se jugaron para cambiar, para declarar la independencia.
Imagínense a San Martín hablando con Belgrano y preguntándole: "¿esto que estamos haciendo será valorado en el futuro?". Y a Belgrano respondiéndole "mire, lo único que sé es que esto no se termina con nosotros".
Tal vez rescatando aquel espíritu nos demos cuenta de que hay cosas mucho más importantes que el beneficio propio, el poder, la fama, y eso más importante es la PATRIA. Y la PATRIA SOMOS NOSOTROS. Por eso, hoy más que nunca ¡ VIVA LA PATRIA!

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